lunes, 5 de septiembre de 2011

Salvación Legal


Cuando en Israel una mujer enviudaba sin descendencia, el pariente más cercano de su marido debía redimirla (casarse con ella), empezando con su hermano. Si su hermano se rehusaba a casarse con ella, entonces el derecho le correspondía al pariente más cercano (Deuteronomio 25:5-10).

Cuando Adán se apartó de Dios en el Edén, lo hizo a nombre de toda la humanidad. Y pecamos. Oficialmente excluidos del reino celestial. Legalmente bajo el dominio de Satanás. Sin derecho a entrar al cielo después de la “vida” terrenal. Todo estaba de acuerdo a la ley establecida, todo dentro de las reglas. El contrato fue firmado. Condenada, la humanidad necesitaba desesperadamente un redentor, alguien que cubriera el rescate, alguien debía pagar con su vida por los pecados de los demás… y tenía que ser necesariamente un hombre, tenía que existir un parentesco. Y Dios amaba tanto su creación… pero ¿cómo podíamos ser rescatados por Él si se había roto todo lazo familiar?, no existía un vínculo entre Dios y los hombres a través del cual se ejecutara la redención. La humanidad, viuda, estaba destinada a un triste final.

Entonces Dios recurrió a los documentos legales, estos decían que sólo un pariente podía redimir a la humanidad, e hizo lo que jamás se imaginaron ni los hombres ni Satanás,

(Hablando de Jesucristo) “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Filipenses 2:5-9

Y:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” Juan 1:1

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14

¡Dios se hizo hombre, creando un parentesco entre ambos!, de esta forma la redención es totalmente legal, pues un hombre es el que pagó por los pecados del resto de la humanidad, y este mismo hombre, también nos hace nacer a una naturaleza divina, igual que Él.

Hijo de hombre, pues nació de una mujer. Hijo de Dios, pues fue concebido por el Espíritu Santo. No más excluidos del reino de Dios. No más bajo el dominio de Satanás. Oficialmente eternos. Todo es conforme a las reglas, de acuerdo a la ley. El contrato fue anulado, clavado en la cruz.

¡Ahora somos parte de la familia de Dios!

Esteban24

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